¿Qué almohada elegir?

Hoy quiero hablar de un tema muy frecuente en mi consulta, la almohada.

«Me duele el cuello, tengo que cambiar de almohada»

Lo más probable es que ella no sea la culpable ni sea el enemigo de tus cervicales.

La causa de tus dolores puede tener más que ver con las posturas mantenidas durante el trabajo, el estrés y la  falta de descanso…

Por ese motivo antes de desechar almohadas y gastar un dinero innecesario, te ánimo a que busques la causa de tu dolor.

Lo mejor que puedes hacer es acudir a tu fisioterapeuta de confianza que valorará si hay limitación de la movilidad, si hay contracturas, si el dolor es continuo o intermitente y si mejora o empeora con alguna posición… así podrá orientarse en el tratamiento y dar solución al problema.

En cuanto a si la almohada debe ser dura o blanda, no hay una explicación científica para eso. El uso de la almohada está más ligado a la cultura que a una necesidad real de la columna cervical. Mientras más flexible y joven es nuestra columna mejor se adapta a las posiciones y menos necesita de ayudas, si por el contrario nos encontramos con una cervical rígida y/o con la cabeza adelantada nos será más cómodo el descanso con la ayuda de una almohada cada vez más alta.

Según esto poner la almohada a un niño que no la necesita para dormir porque su columna es flexible y no tiene costumbre de usarla es como dar un bastón a una persona que no lo necesita para caminar.

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